Promover, facilitar y difundir la inclusión de las personas con discapacidad cognitiva

“Cuando las cosas se hacen con amor, todo es posible”

NOTICIAS - 20 septiembre, 2012

Esa es la principal consigna de la “Tía Popa” de la Agrupación «Mariano Puga» de Cerro Navia. Ella, gestora de esta organización que ayuda a 56 niños y jóvenes con discapacidad cognitiva, está entusiasmada con los logros del nuevo taller de amasandería que financia el Fondo Descúbreme.
Desde julio de este año, la Agrupación de Ayuda al Niño Discapacitado Mariano Puga, ubicada en Cerro Navia -cuya labor es acoger a niños y jóvenes de familias vulnerables con discapacidad cognitiva- está llevando a cabo un taller de amasandería para 12 de sus 56 miembros, de entre 18 y 38 años. La idea es que puedan desarrollar habilidades que les permitan desenvolverse de forma positiva en la sociedad y mejorar su acceso al mundo laboral.
amigos de jesus“Cuando las cosas se hacen con amor, todo es posible”, destaca Gladys Ramírez, más conocida como la “Tía Popa”, gestora del proyecto. Y agrega “algunas personas creen que ellos no son capaces de conseguir lo que se proponen y ésta es la evidencia de que sí”, aludiendo al éxito que han obtenido los participantes en el taller con la venta de productos como pan, alfajores, cuchuflís y empanadas en distintas empresas.
Muchas de las madres de los niños y jóvenes también se han comprometido con la iniciativa y colaboran con los profesionales y voluntarios de la agrupación. Además, ayudan a clasificar la ropa usada que reciben como donación, la que destinan para el cambio de mudas. El resto la venden en la feria.
Taller de amasandería: una instancia de crecimiento
El taller es uno de los ocho proyectos que benefició el Fondo Descúbreme, con un monto total de $13.650.708 en el caso de esta iniciativa, y tiene como principal objetivo trabajar las habilidades motoras y sociales de los jóvenes, de manera de entregarles herramientas que les permitan acceder al mundo laboral.
amigos-de-jesusCuenta con dos monitores, que se encargan de supervisar las tareas que cada integrante tiene, con un terapeuta y a veces, cuando la demanda de pedidos es muy alta, Óscar Herrera, hijo de la “Tía Popa” que también colabora con la iniciativa. “Para mí es gratificante ayudar”, declara.
Carlos Rodríguez, terapeuta a cargo de esta instancia, destaca la alegría de los participantes y los avances que han presentado en relación a su comportamiento con el entorno. Asimismo, comparte el cariño del equipo por el proyecto, asegurando que “no hay dinero que pague la gran satisfacción que sentimos”.
A su vez, los monitores también están conformes y contentos con ser parte del taller. Cuentan que comenzaron con las clases teóricas en abril y que las prácticas se iniciaron en julio, enterando tres meses de capacitación. Y agregan que han crecido harto como personas.
Sumando nuevos proyectos…
Hace pocos meses la Agrupación ganó otro proyecto con fondos proporcionados por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis). Éste pretende realizar un trabajo más profundo con las familias de los niños y jóvenes, a fin de trabajar la inclusión con el núcleo cercano. También incorpora una nueva modalidad, llamada “Cuidadora de Respiro”, cuya función es asistir a las madres en el cuidado de sus hijos, de manera que, por lo menos, una vez al mes puedan salir o hacer lo que ellas deseen.

***
“El pan es lo que más me gusta hacer”, dice convencido Manuel (24)

***
“Me encanta hacer empanadas de pino y de queso”, comenta con entusiasmo Rodrigo (25)

Artículo siguiente